El oficialismo proyecta una mayoría absoluta para la nueva Asamblea Nacional

El 25 de mayo, Venezuela elegirá a los 285 diputados que integrarán la Asamblea Nacional entre 2026 y 2031. Por primera vez se incluirán ocho escaños correspondientes al Esequibo, territorio en disputa con Guyana, pese al rechazo de la Corte Internacional de Justicia sobre su inclusión. La medida ha sido interpretada como un gesto político del oficialismo para afirmar soberanía y tensionar el escenario diplomático.
Con la opositora Plataforma Unitaria Democrática (PUD) excluida del proceso, el chavismo parte con amplia ventaja. Proyecciones preliminares anticipan que el oficialismo podría obtener entre 200 y 230 escaños, lo que consolidaría una mayoría absoluta con capacidad para aprobar reformas orgánicas sin necesidad de negociar. El control de los recursos del Estado, el diseño del sistema electoral y la fragmentación opositora juegan a favor del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), que se encamina a ratificar su hegemonía parlamentaria por otro período.
El chavismo apuesta por la lealtad en su lista de candidatos
El chavismo presentó una lista encabezada por figuras clave del círculo presidencial, como Jorge Rodríguez, actual presidente de la Asamblea, Cilia Flores, esposa de Maduro, Nicolás Maduro Guerra, hijo del mandatario, y Jorge Arreaza, excanciller. La composición responde a un esquema de lealtades que busca blindar el proyecto político de Maduro.
Una oposición fragmentada con escaso margen de maniobra
Del lado opositor, competirán dirigentes como Henrique Capriles, Stalin González, Luis Emilio Rondón, Tomás Guanipa y Henri Falcón, agrupados en diferentes alianzas que carecen de cohesión estratégica. Este bloque podría alcanzar entre 40 y 60 escaños, pero sin posibilidad real de disputar la agenda legislativa ni equilibrar el poder institucional.